CERAO proyecto del pueblo trabajador
Las múltiples reacciones que ha generado la
entrega de 200 hectáreas de los terrenos denominados Tlateles al gobierno
municipal de Chimalhuacán, unas a favor y otras en contra, deben plantearse
desde la perspectiva de que es el resultado del trabajo y gestión organizada
entre pueblo y autoridades del Nuevo Chimalhuacán.
Sumido en la pobreza y la marginación, en el
año 2000, las autoridades del Nuevo Chimalhuacán, encabezadas por el entonces
presidente municipal Jesús Tolentino Román Bojórquez, comenzaron la
construcción de obras de infraestructura urbana y dotación de servicios básicos
como electrificación, alumbrado público, drenaje, agua potable y pavimento.
Al paso de ocho años y cubiertas las
necesidades básicas de gran parte de la población, el gobierno de continuidad
del Nuevo Chimalhuacán se planteó la meta de brindar empleo, más educación y
deporte a los habitantes de este otrora municipio más marginado del país. Fue
entonces cuando surgió el proyecto del Centro Estratégico de Recuperación
Ambiental del Oriente (CERAO).
Científicos, investigadores, ambientalistas,
alumnos y los habitantes de Chimalhuacán iniciaron las gestiones y
desarrollaron los estudios que sustentaran y avalaran el proyecto más grande y
sostenible de la zona oriente del estado mexiquense con un complejo educativo,
deportivo y tecnológico.
Múltiples luchas se han librado para la
consolidación del CERAO, antes de la entrega que realizó el gobierno federal al
municipal, hubo gestiones que enarbolaron pueblo y autoridades de Chimalhuacán,
entre ellas: que a los pequeños propietarios de Los Tlateles se les indemnizara
conforme a derecho por sus tierras.
Fue en septiembre de 2013, cuando el entonces
alcalde de Chimalhuacán, Telésforo García Carreón, se solidarizó con los
pequeños propietarios quienes se sentían burlados por las autoridades estatales
debido a que se negaban a pagar 350 pesos por metro cuadrado de alrededor de 30
hectáreas.
La lucha por un pago justo para los comuneros
sigue siendo una prioridad para la autoridad municipal, esta vez encabezada por
la alcaldesa Rosalba Pineda Ramírez, quien puso a disposición un grupo de
abogados para brindarles asesoría legal gratuita y resolver favorablemente su
situación respetando sus derechos humanos.
Asimismo, los gobiernos municipales, unidos
con el pueblo, lograron la construcción de puentes peatonales que comunican al
municipio con los predios de Los Tlateles al igual que la gasa que conectan al
Circuito Exterior Mexiquense (CEM).
Cabe destacar que el acceso del municipio de
Chimalhuacán al CEM (que colinda con las 200 hectáreas de los Tlatleles del
CERAO) es gratuito, contrario a otros municipios Nezahualcóyotl, Texcoco,
Chalco, Ixtapaluca y Ecatepec, por
ejemplo; lo cual es resultado una vez más de la lucha entre el pueblo y
gobierno del Nuevo Chimalhuacán.
En resumen, la entrega de 200 hectáreas de
los terrenos Los Tlateles, ubicados en la avenida Bordo de Xochiaca, se debe a
las gestiones que han realizado las autoridades del Nuevo Chimalhuacán ante su
similar estatal, federal y el sector empresarial.
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