domingo, 4 de diciembre de 2016

se convirtió en un gusto. Ver que de esa manera apoyaba a la gente para que no se trasladara hasta la cabecera municipal para comprar sus alimentos me llenó de satisfacción

Motiva Diconsa historias de vida

Este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la paraestatal refrenda su compromiso con este grupo vulnerable, al que abastece alimentos sanos y de bajo costo

A sus 17 años, un accidente automovilístico cambió la vida a Jesús Pichardo Ugalde. El joven queretano quedó sin la movilidad de sus piernas y hundido en una terrible depresión durante cinco años.

El hecho de haber “tocado fondo” hizo pensar a Jesús, quien debía encontrar la forma de salir adelante. La solución la encontró en Diconsa, al aprovechar un ofrecimiento para convertirse en el encargado de la tienda comunitaria de San Pablo Potrerillos, en el municipio San Juan del Río, Querétaro, localidad de alta marginación con apenas 679 habitantes.

“Fue como tener mi propio negocio, de ahí sacaba dinero para mis terapias y luego, aquello que empezó como una necesidad, se convirtió en un gusto. Ver que de esa manera apoyaba a la gente para que no se trasladara hasta la cabecera municipal para comprar sus alimentos me llenó de satisfacción”, narra emocionado.

Jesús, ahora de 30 años, es un ejemplo de empeño y superación. Apenas se asoma el sol, se alista para iniciar un nuevo día que incluye, como primeras actividades, acudir a terapias y a la preparatoria. Mientras, alguien más, Cecilia Reséndiz, atiende con la misma amabilidad el establecimiento Diconsa.

“Mi compromiso es tener bien surtida la tienda y respetar los precios bajos de los productos. En lo personal, estoy en constante comunicación con el supervisor operativo, Camilo Ramírez Sánchez. Él me trae todo lo que la gente necesita”, afirma Cecilia.

Su negocio, además de ser el principal centro de abasto para la población, es un punto de reunión para adultos y niños, quienes conviven y acompañan a Jesús antes del cierre. “A las 20:30 horas empiezo a hacer inventario, así me aseguro que nunca falten los artículos primordiales que necesita mi comunidad”, dice.

La tienda comunitaria de San Pablo Potrerillos, uno de los mil 509 puntos de venta de Diconsa Bajío en Querétaro y Guanajuato, garantiza el abasto de productos nutritivos y de primera calidad, principalmente en las zonas marginadas otomíes de la Sierra Gorda y Sierra Madre Oriental, donde la paraestatal representa la única opción de abasto.

San Pablo Potrerillos es abastecida por el almacén rural Amealco, el cual, con 89 tiendas Diconsa, suministra alimentos a los municipios Amealco, San Juan del Río, Huimilpan, Pedro Escobedo, El Marqués, Colón y Querétaro. Asimismo, atiende a localidades de Coroneo, Guanajuato, y a dos poblaciones más de Epitacio Huerta, Michoacán.

Este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Diconsa refrenda su compromiso de apoyo a este grupo vulnerable, al que destina abastecimiento de productos alimenticios de primera necesidad y bajo costo.

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